Ilustración de Hernan Anglada-Camarasa
I
Besa mis pétalos con esa boca tan dulce que tienes.
Lame mi tallo con tu lengua ágil y provocadora.
Acaricia mis raíces,
Estréchate entre mis hojas,
Deléitate con el aroma de mi polen,
Y solo así,
Quizás,
Encuentres lo que buscas.
II
TULIPANES, con su color tan vivo y cálido;
nada tienen que ver con las sensaciones que me embargan cuando los veo.
Ese cosquilleo, como pétalos de MARGARITAS sobre mi vientre,
tan pequeños y despeinados,
puede significar una sola cosa.
Algo está cambiando, pero en vez de esconderme en este jardín para siempre, hoy prefiero mirar al sol de frente, como un altivo GIRASOL,
firme y sonriente,
aunque pequeño, nunca seré tan alta y esbelta.
Puedo, porque quiero, enamorarme de ti,
que vienes como cualquier abeja buscando el dulce de mi centro
y luego huyes, dejándome sola y satisfecha,
como una ROSA serena a la espera del regreso de mi amante
o de los versos del poeta para poder florecer.
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