ni fue suficiente con las cartas enviadas al ayuntamiento,
esas mismas que el sindico ignoró por completo durante tantos años.
No bastó con las huelgas de todo el pueblo,
ni las solicitudes pacificas de mis vecinos
rogando por la reparacion de las calles de mi sector.
En este pais las cosas son así, hace mas de 10 años ya,
despues de la muy esperada construccion del acuerducto de esta urbanizacion, los trabajos nunca fueron terminados, porque las calles fueron dejadas asi,
polvo y tierra.
Al principio nadie dijo nada, es mejor tener agua que calles asfaltadas, pero despues de varios años ya no aguantamos mas el polvo que se metia a nuestras casas ensuciando con insistentes capas lo que uno no dejaba de limpiar.
Y los autos... los que vivimos en este pequeño lugar siempre andamos despacio, para no levantar la marea de tierra, pero a otros no parecía importarle ver las ventanas cerradas para bloquear los que sus ruedas levantaban.
Lo que si fue suficiente fue el erróneo alarde de nuestra gobernadora municipal, cuando al intentar justificar la innecesariedad de nuestra ultima huelga, y claro, darle publicidad a sus labores, mencionó que las calles de este sector ya habian sido reparadas!!
De inmediato, mis vecinos no dudaron en llamar al programa de television local desde donde hablaba la eficiente y responsable gobernadora, para desmentirla en un publico.
Eso bastó. Al dia siguiente el ruido de camiones y aplanadoras nos despertó a todos, y en cuestion de 2 dias todo estuvo resuelto. Ya tenemos calles, no mas polvo. Mis vecinos y mi familia no podriamos estar mas felices.
Si hubiéramos sabido que eso iba a ser suficiente lo hubiéramos hecho muchos años atrás, es que en tiempo de campaña todo es posible; pero nada logra reemplazar el hecho de que en esas calles deterioradas y polvorientas yo aprendí a montar en bici, y años después a conducir mi auto. En eso pensaba esta mañana cuando salí temprano a limpiar la acera de mi esquina, después del trabajo terminado.
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