Esta niña necesita de tus verrugas, esas que ya no tienes
pero que cuando chiquita solía contar;
nunca entendí porque no te gustaban.
Necesito de tus canas, cada una con historia,
en mas de medio siglo de vida, una en la que has puesto mucho empeño y talento en todo lo que has hecho,
aun no sea aquello que de verdad querías hacer;
y nos enseñaste eso.
A un par de muros de distancia puedo escucharte respirar en tu sueño y te extraño tanto que es mi respiración la que se detiene
solo para hacerme recordar lo mucho que detesto esta distancia para la que no estaba preparada.
No, no es rebeldía nada de esto, no puedo usar el silencio como protesta; es mas bien la pena de no sentirme mimada ni merecedora de tu sonrisa.
Parece que no ves mi carita de cansancio y satisfacción cuando llego a casa.
Parece que no sabes que cada día voy tejiendo mi historia propia.
Y que soy feliz,
hasta que me topo con tu desaprobación, tu enorme nariz y tu decepción,
ese equipo sentado en el sofá amarillo atentos a discovery o bio channel.
Seguro no te preguntas como me va en mis aventuras cotidianas.
Asumes que ando derrochando tiempo en nimiedades.
Y yo me arrastro hasta mi cuarto, ausente,
ya no soy yo si tu no eres tu.
Esos 23 cromosomas me han dado la espalda.
Ese regalo de vida se niega verme vivir.
Y la "igualita a ti", esa distinción que siempre me gustó,
La misma niñita que te presumia ante el mundo
La que te creía perfecto, viéndote a través de la inocencia, admiración y amor, puro y simple,
La que has llamado inconsecuente solo por ser como es
Esa misma insomne, porque los ojos no pueden hacer dos funciones tan poéticas a la vez,
y esta madrugada humedecer mi rostro parece mas importante.
Esa, ésta, YO, te quiero de vuelta.
Prometo esperarte en un punto medio,
por si quieres regresar.